miércoles, 19 de diciembre de 2007

Espresso, no expreso

Son las 8:20 de la mañana, y quiero un café, o dos.

No expresaré nada nuevo, de hecho no voy a contar nada nuevo, me limitaré a dar cuenta de las horas dormidas en un día: Veinte horas. Todo un desperdicio de día, he perdido unas cuantas horas de mi vida.

Pero no sólo eso, sino que además me ha dado por dormir de más justo el día que más debería haber estado despierto, no por mí sino por los compromisos sociales que he ido adquiriendo a lo largo de la semana. No exijo un perdón, para nada, tengo que asumir mi responsabilidad, duermo demasiado, incluso para ser universitario.

"I feel guilty"

Pero no es sólo éso, también siento "mono". Lo que oís, llevo treinta horas sin probar un ápice de tabaco, y lo estoy notando, ¡vaya si lo estoy notando! Estudiar lingüística sin una de las pocas drogas legales todavía permitidas está haciendo que mi ritmo descienda hasta límites insospechados; bueno, éso y el hecho de tener el cuerpo entumecido por haber pasado demasiadas horas tumbado en la cama.

La solución pasa por adquirir cualquier tipo de hábito más sano, tal como podría ser no tener el ordenador encendido más de tres horas al día, o por ejemplo pasar más tiempo "haciendo" y no "pensando hacer". No pienso proponerme nada para el año que viene, tengo todas las mañanas para empezar cualquier cosa que pase por mi cabeza.

1) Sin embargo no puedo dejar de actualizar el blog.
2) Me voy, tengo prisa.

2 comentarios:

Oscar dijo...

sabes deletrear "puto vago bastardo, deshecho de la sociedad"?

Pablo Otero dijo...
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